lunes, 29 de junio de 2009

SOBRE LA ENFERMEDAD

SOBRE LA ENFERMEDADAlguien me dijo una vez; "La enfermedad viene rápida y se va lenta". Aunque este razonamiento resulte lógico a simple vista, no lo es tanto, veamos porque desde el punto de mira de la ley de Causa y Efecto.La enfermedad por leve o grave que sea (por ejemplo un dolor de cabeza, un cáncer,...) tienen el mismo proceso largo y lento de degradación. Esta degradación se produce por una mala vibración que infecta y se manifiesta en una molestia física o a veces psíquica, las causas de estos desórdenes energéticos tienen dos orígenes muy concretos que a veces trabajan juntos y otras por separado, pueden ser de origen espiritual (odio, rencor, envidia, egoísmo, celos, sexualidad desordenada, complejos, etc...) la otra causa puede ser directamente física. Alimentación insuficiente, falta de vitaminas, comidas caprichosas, exceso de trabajo, falta de sueño, falta de hábitos higiénicos, etc.Podemos darnos cuenta que incluso en las causas materiales hay un factor que tiene que ver con lo espiritual, una persona de espíritu sano no atenta contra su cuerpo mal alimentándolo o descuidando su cuidado.Por lo tanto la raíz de cualquier enfermedad hay que buscarla en el espíritu, ya que a través de un desarreglo se produce un aviso de que algo no funciona bien y se está perdiendo el control del cuerpo físico, cuando esto ocurre desde los planos superiores del YO se produce una llamada de atención, esta llamada de atención puede ser desde un dolor de cabeza a una insatisfacción personal que nos haga revisar nuestra forma de vida y que de no ser corregida puede llegar a ser una depresión, más o menos grave, según lo importante de la alteración y se pueda analizar la conducta; la mente superior manda estímulos al cerebro para que se preste atención a la CONCIENCIA SUPERIOR y así poder ejercer la VOLUNTAD y rectificar.Estos AVISOS no siempre son escuchados ni comprendidos y si pasan desapercibidos, la persona puede llegar a decir que; se siente mal y de mal humor o que; la mente se va en otras cosas. Cuando ocurre esto y la persona no es receptiva a estos toques de atención, los estímulos pasan del plano mental al sistema nervioso, ya que la presión mental altera la conducta y sobrecarga el sistema nervioso.Si pese a estas nuevas presiones seguimos sin corregir el desequilibrio de conducta o alimentación que lo produce, las energías generadas se transforman ya de forma clara en una enfermedad manifiestamente física, este proceso avanzará hasta producir una enfermedad física que nos obligue a enfrentarnos de una forma indirecta con el origen del desarreglo que puede ir desde migrañas crónicas a un cáncer, pasando también por las depresiones nerviosas, artrosis, problemas cardíacos, úlceras de estómago, más un sinfín de molestias menores. Siempre dependiendo de la gravedad de la alteración en la conducta correcta, esta alteración es casi siempre el origen de las enfermedades de tipo crónico e incurable o de difícil curación o de diagnóstico, también de muchas de las diagnosticadas como de tipo psicosomático.

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